Eso es lo que hizo ayer Ilusiona, subir la contribución, el impuesto de los coches y la plusvalía, todos 𝗮𝗹 𝗺á𝘅𝗶𝗺𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗲𝗿𝗺𝗶𝘁𝗲 𝗹𝗮 𝗹𝗲𝘆.
El alcalde salió nuevamente al 𝗿𝗲𝘀𝗰𝗮𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝘀𝘂 𝗰𝗼𝗻𝗰𝗲𝗷𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝗵𝗮𝗰𝗶𝗲𝗻𝗱𝗮 para convencer a los telespectadores del pleno ordinario de ayer 7 de septiembre, con sus buenas palabras, que la subida era necesaria porque, como no podría ser de otra forma, el equipo de gobierno de la pasada legislatura era lo peor de lo peor y lo dejó todo manga por hombro.
Nos preocupa muchísimo 𝗹𝗮 𝗮𝗰𝘁𝗶𝘁𝘂𝗱, 𝗰𝗮𝘀𝗶 𝗲𝗻𝗳𝗲𝗿𝗺𝗶𝘇𝗮, del recién estrenado alcalde, en su 21 aniversario al frente del Ayuntamiento, que habla de la institución como si esta se hubiese creado hace diez años y él nada hubiese tenido que ver con su composición y abultada deuda.
D. Francisco nos regaló más de 𝘂𝗻𝗮 𝗵𝗼𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗱𝗶𝘀𝗰𝘂𝗿𝘀𝗼 𝗲𝗹𝗲𝗰𝘁𝗼𝗿𝗮𝗹, aprovechando la poltrona, para vendernos las excelencias de su gran gestión, en tiempos pasados, al frente de nuestra administración, eso sí, lo malo es censurado, 𝗻𝗼 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗵𝗮𝗯𝗹𝗮𝗿 de los pufos que dejó.
Sin embargo, al concejal de hacienda le falló el subconsciente, culpó al PSOE y PP como únicos artífices de la enorme deuda que asfixia a nuestro ayuntamiento y que es el lastre que impide atender todos los servicios que nuestro municipio necesita. Olvidando que D. Francisco fue alcalde durante 𝟮𝟬 𝗮ñ𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝘀𝗶𝗴𝗹𝗮𝘀 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹𝗶𝘀𝘁𝗮𝘀 o sea ¿algo tendría que ver no?.
Ni Don Francisco es la excelencia personificada ni todo lo malo de nuestro ayuntamiento es 𝗰𝘂𝗹𝗽𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗺á𝘀. Según él nada tuvo que ver con deudas, despilfarros, contrataciones masivas de personal, hipotecas… Ilusiona echa balones fuera y todo es culpa de los demás, de los anteriores Equipos de Gobierno o de la actual oposición, de los trabajadores municipales, de la policía, de las trabajadoras de SADA, de las empresas municipales, de quien sea, de todos menos él. 𝗔𝗹𝗮𝗯𝗮𝗱𝗼 𝘀𝗲𝗮!!
Toca 𝗮𝗽𝗿𝗲𝘁𝗮𝗿𝘀𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗶𝗻𝘁𝘂𝗿𝗼𝗻𝗲𝘀, aún más, porque Ilusiona ha decidido, en solitario pero con mayoría absoluta, subir los impuestos al máximo posible.